El autor de la matanza de Kauhajoki, en el sudoeste de Finlandia, era un gran aficionado a las armas, una persona compleja e inestable, pero también inteligente y digna de confianza como amigo, que admiraba a otros asesinos de escolares, según testimonios de sus allegados.
Matti Juhani Saari (22), estudiante de hostelería, pasaba mucho tiempo consultando Internet y su gusto por las armas era reciente, revelaron sus amigos a los medios de comunicación finlandeses.
Varios amigos de infancia lo recordaban como alguien solitario, a menudo objeto de burlas. Para algunos de sus camaradas y profesores de la escuela de formación profesional, Matti era alguien corriente, aunque su fascinación por las armas y por las matanzas escolares no había pasado desapercibida.
"El domingo pasado, mientras se bebía su última cerveza completamente borracho, Matti escribió en un foro de Internet que podría matar a alguien, sin mencionar el nombre", narró un amigo al tabloide Iltalehti. "Le preguntamos '¿no lo harás, verdad?', y respondió que no haría nada semejante", agregó.
Su amigo recordó que en la primavera (boreal) de 2007, Matti se sintió cautivado por los mensajes de Seung-Hui Cho, el joven que mató a 32 personas en la universidad estadounidense de Virginia Tech.
"Se notaba por sus expresiones que admiraba (los mensajes). Nos pidió que los leyésemos, comentándonos '¿no son geniales?'", narró este amigo, cuya identidad no fue revelada.
Joni Helminen, un compañero de clase, tenía buena opinión de él. "Podía hablar con él de todo. Era realmente inteligente y bueno en la escuela. Era un estudiante dedicado que participaba en las discusiones en clase", explicó a Iltalehti.
Helminen escapó por poco a la matanza. Terminó su examen y se fue de la clase quince minutos antes de que irrumpiese el asesino. "Me preguntaba por qué no vino al examen. La tarde anterior habíamos hablado de la prueba" de la asignatura de comercio, recordó Helminen.
Un amigo de infancia, Marjo Lehtomäki, explicó que se cruzó con él en un bar el fin de semana pasado y que habían prometido volver a verse. "Nunca hubiera imaginado que podía hacer algo así", dijo Lehtomäki al diario Ilta-Sanomat.
En su perfil en el portal de Internet YouTube, donde Matti usaba el seudónimo Wumpscut86, se presentaba como "Mr Saari" y citaba como sus aficiones "los ordenadores, las armas, el sexo y la cerveza".
Este perfil fue eliminado de YouTube, pero algunos internautas pudieron retenerlo antes de su supresión.
Cuatro videos figuraban en su cuenta. Mostraban a un joven de cabello corto, rubio, vestido totalmente de negro realizando ejercicios de tiro con una pistola Walther P22.
LA TRAGEDIA
La tragedia comenzó hacia las 11 de la mañana (hora local) cuando los 200 estudiantes del instituto se encontraban dentro de los salones de clase.
A esa hora, Saari, de 20 años, un alumno de hostelería de esa escuela de formación profesional, ingresó al claustro. Vestido de negro y cubierto con una máscara de esquí recorrió los pasillos de la escuela. Luego ingresó a un aula mientras descargaba los proveedores de una pistola automática Walther P22.
"Oí los disparos y los gritos de las estudiantes. Dos de ellas se acercaron hasta donde yo estaba y me dijeron que había un tipo extraño disparando como loco", explicó Jukk Forsberg, vigilante del instituto situado a 360 km de Helsinki.
Forsberg se armó de valor y se paseó por la escuela en busca del agresor. "Mientras recorría el colegio escuchaba gritos de dolor", le contó a las autoridades.
Luego vio el momento justo en el que el asesino ingresó a un salón, en donde causó la mayor cantidad de víctimas, y escuchó una seguidilla de disparos.
"Vi cuando un tipo dejaba una bolsa negra en el pasillo. El hombre entró al aula número 3 y cerró la puerta. Me desplacé hasta ese sitio y miré por la ventanilla e inmediatamente empezó a dispararme", narró el vigilante, quien asegura que salvó su vida porque huyó corriendo en zigzag.
En ese momento el asesino culminó su macabro plan y acribilló a un grupo de estudiantes que realizaban un examen.
Nueve de ellos murieron en la escena del crimen, y otros tres resultaron heridos. Minutos más tarde, uno de ellos falleció.
Tras la matanza, Saari abandonó el salón y lanzó varios cócteles molotov en distintos puntos del edificio, con lo que provocó un incendio de grandes proporciones.
Las autoridades acordonaron la zona e intentaron negociar con el agresor, pero Saari no tenía intenciones de rendirse y se enfrentó a tiros con los agentes de policía que acudieron al sitio.
Minutos más tarde cesaron los disparos, cuando el asesino se dio un tiro en la cabeza. Fue trasladado al Hospital Universitario de Tampere, pero poco pudieron hacer los médicos por salvarle la vida, y falleció.
Horas después, la policía halló una carta en el apartamento de Saari.
"En este mensaje dice que detesta a la raza humana y que había planificado el ataque desde el 2002", declaró el inspector de la policía nacional que dirige la investigación, Jari Neulaniemi.
Como ha sucedido antes, el asesino anunciaba sus planes en YouTube
Tres semanas antes de la matanza, Matti Saari colgó varios videos en el portal de internet YouTube, en los que aparecía haciendo prácticas de tiro con una pistola automática.
Además, difundió una serie de archivos en un formato comprimido denominado 'Masacre en Kauhajoki, Matti Saari', que contenía fotos, videos y mensajes violentos.
En uno de los videos, grabado cinco días antes de la masacre, Saari aparece disparando su pistola en un campo de tiro.
Luego se dirige a la cámara y sentencia: "tú serás el siguiente en morir".
En su perfil de usuario se describe a sí mismo como un joven interesado en "computadores, armas, sexo y cervezas", y afirma que le gustaban las películas de horror y las de violencia explícita como 'Saw' y 'The Grudge' (El grito).
También recoge la letra de una canción del grupo electrónico alemán Wumpscut, del que tomaba su nombre de usuario, llamada 'War' ('Guerra'), y que reza: "Toda la vida es una guerra y toda la vida es dolor, y tú lucharás solo en tu guerra personal".
La tragedia pudo evitarse
El lunes, un día antes de que Saari asesinara a 10 estudiantes de su colegio, la policía pudo evitar la tragedia.
Un internauta alertó a las autoridades tras descubrir cuatro videos sospechosos, colgados en Internet.
Las imágenes resultaban muy similares a las que grabó Pekka-Eric Auvinen, el estudiante que el pasado 7 de noviembre asesinó a tiros a ocho personas en el Instituto Jokela de Tuusula, al sur de Finlandia, y luego se suicidó.
Tras las denuncias, la policía finlandesa detuvo a Saari y lo interrogó; pero, pese a comprobar que el joven era el autor de los videos y que poseía una pistola Walther P22, con su correspondiente licencia de armas, no tomaron ninguna medida contra él porque no lo consideraron peligroso.
Menos de 24 horas más tarde, Matti Saari acudió al centro de formación profesional de Kauhajoki, y acribilló a diez de sus compañeros.
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