
Lo peor es que los pobladores de Uttar Pradesh, que es donde vide, la creen maldita y la insultan a su paso por la calle.
Hace un año era una niña feliz que disfrutaba jugando con sus compañeros. Hasta que comenzó a sangrar entre cinco y veinte veces al día. "Está muy débil y pálida por la falta de sangre", declara su madre, Nandani Diwedi.
Pero la historia de esta adolescente ha recibido un rayo de esperanza del médico británico Drew Provan, del Barts Hospital de Londres. Este galeno cree que la niña "puede tener el tipo II de la enfermedad de Von Willebrand y cree que debería ver un médicos especialista para tratarla".
Ahora la pequeña está a la espera de ayuda económica pues ellos no tienen los recursos necesarios para iniciar ningún tratamiento.
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