Anthony Rogic, guardameta de la Universidad Stony Brook de Nueva York, fue clave en la clasificación de su equipo a la final del campeonato de fútbol universitario estadounidense al atajar dos disparos ejecutados por los jugadores de la Universidad de Hartford luego de distraerlos con piruetas durante la ronda de penales. El partido había quedado 0-0 en el tiempo reglamentario y el ganador del choque tuvo que definirse desde los 12 pasos.
Rogic apeló al viejo refrán “más vale maña que fuerza” y decidió aplicar una extraña estrategia contra sus rivales valiéndose de aspas de molino para despistar a los ejecutores del equipo contrincante. La táctica no le dio resultados en un principio pero conforme avanzaba la tanda logró atajar dos disparos e hizo posible victoria de su alma mater por 3-2. El arquero rival, contagiado por la táctica de Rogic, hizo lo mismo dio saltitos cortos antes de las ejecuciones aunque solo llegó a atajar un tiro.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario